Las claves para escribir un libro.

                 Hoy estreno nueva categoría, casi como una necesidad, pues cuanto más escribo y más me muevo por este mundillo en el que he decidido internarme, más cosas parezco tener que contar. Será que me he acostumbrado a esto de escribir con el teclado como si hablase con una de mis múltiples personalidades, será que disfruto con las cosas que voy descubriendo y me apetece compartirlas con mis amigos: abriros una pequeña puerta a un mundo que yo misma desconozco.

                La entrada de hoy parece básica en una categoría que lleva el nombre Del mundo de la escritura, ¿no? Además tiene una razón de ser… Navegando por Blogs me da la sensación de que cada vez hay más y más entradas hablando sobre cómo se escribe un libro sobre una u otra temática, qué errores hay que evitar, qué personajes abundan y nos tienen aburridos…  Entradas que me parecen interesantísimas, pero nos falta la primera de todas, la más básica. Imagino que existirá más de una hablando de ello, pero yo todavía no la he leído.

                Desde que decidí dar el salto y publicar mi novela me han hecho un montón de veces la misma pregunta, relacionada con lo que acabo de mencionar, y hoy he querido contestarla. A mí misma, porque lo cierto es que ni me lo he planteado a lo largo de los años en los que el ordenador me llamaba como si me hubiera hechizado; a todos los que me lo preguntaban extrañados cuando comenté que había escrito un libro. Y es que, ¿cómo se escribe un libro? En realidad esta pregunta tiene muchas variantes, pero se resume a la perfección con esa. Y, puesto que también he observado que a la gente le apasionan las listas (y a mí también, por qué negarlo), aquí va mi pequeña aportación… las claves para escribir un libro.

                La primera y más evidente, hay que tener una IDEA.

Algunos dirían que una BUENA idea, pero sinceramente, no sé hasta qué punto tiene que ser buena. ¡De verdad! Considero más importante el ser capaz de desarrollarla y hacer gala del siguiente punto de la lista, que para mí es el más importante. De primeras puede ser una idea mediocre, incluso mala, pero dándole las vueltas necesarias, puede convertirse en una historia realmente buena.

 

Tener PACIENCIA.

 

Diría que ha sido lo más importante para mí, no rendirme, continuar escribiendo pese a esos días en los que no pasas de cien palabras decentes, olvidarte del tiempo que va pasando sin que llegues al final que imaginaste meses atrás. Tal vez esto no le ocurra a todo el mundo, imagino que mi caso ha sido un tanto extraño, pues no he tenido tiempo para dedicarle días seguidos… Pero para mí, es lo esencial para escribir una novela: dejar las prisas para la cola del supermercado y disfrutar mientras se escribe, sin mirar el reloj.

 

                     El siguiente, diría que es mi punto débil, y es que la ORGANIZACIÓN es básica para escribir una novela.

Lo he aprendido por las malas, a base de equivocarme en algo y tener que leerme 200 páginas para ver hasta dónde he arrastrado el error… Importantísimo, hacer un esquema, un árbol genealógico, apuntar las características, los nombres (sobre todo cuando te da por buscar nombres extraños o inventártelos con h intercalada… Por algo digo que sigo y seguiré aprendiendo). En mi caso particular, la estructura la tengo grabada a fuego en la cabeza de tanto repasarla mentalmente en el camino a la uni, a la escuela de idiomas, al trabajo o al conservatorio; pero no está de más escribirla en algún cuaderno. XD

 

LEER.

No sé cómo he avanzado tanto en esta lista sin poner antes este punto. Supongo que también me parecía evidente, junto con CONSULTAR EL DICCIONARIO y PONER EN DUDA ALGUNAS FRASES HECHAS QUE USAMOS A DIARIO. No creo que tenga que explicar más sobre esto.

 

 

RENUNCIAR UN POCO A ALGO.

No soy experta en eso, intento no privarme de las cosas con las que disfruto, y es que escribir es una de ellas. Pero evidentemente, y como ya he mencionado, escribir está reñido con la impaciencia. Así que no queda más remedio que renunciar en cierta medida a algunas cosas y poder dedicarle horas de calidad a tu historia. Yo me he perdido algunos días de playa, algunas cervezas con los amigos, escapadas, también he aflojado en los estudios… Hay cosas que pesan en la conciencia, no lo voy a negar, pero veo lo conseguido y no me arrepiento.

 

DESHECHAR PASAJES YA ESCRITOS.

No tener miedo a borrar párrafos y párrafos de algo que no te convence. A la larga, no podrás dejar de pensar en ese pasaje en el que cada vez confías menos. Para escribir una novela hay que reescribir mucho, borrar, y CORREGIR. Punto importantísimo si te importa que lo que haces sea de calidad.

 

ESCRIBIR.

Otro punto evidente, pero qué se yo, tal vez hay quien un día de pronto decide escribir una novela sin haber escrito nunca diez frases seguidas. ¡Quién sabe! Lo mismo se le da bien y lo consigue. A mi la experiencia me dice que cuanto más escribes más natural se hace, es como practicar un deporte o tocar un instrumento: a base de practicar vas mejorando.

 

 

                Hasta aquí mi lista, siete puntos me han parecido suficientes. Si alguien piensa que me he dejado un punto clave espero que se sienta libre de comentar. Toda aportación es buena. Al igual que esta mía, que no sé si llegará a interesar a alguien. En cualquier caso, espero haber contestado a la pregunta de ¿cómo has escrito un libro? Pues, así, poco a poco, dando rienda suelta a la imaginación y disfrutando.

               Las ilustraciones son algunas de las que se pueden encontrar en el juego Dixit, ¡perfecto para disparar la imaginación!