Reto enviado por Eder del Blanco: alpargata sanguinaria

¡La alpargata sanguinaria existe!

Bilbao, 11 de agosto de 2016.

                La noche bilbaína se vuelve a ver salpicada por el terror ante la reaparición de un viejo enemigo de las fiestas y celebraciones. A solo diez días del comienzo de las fiestas de la villa, un nuevo caso nos pone sobre aviso: la alpargata sanguinaria, existe.

                Fuentes cercanas a esta redactora indican que el ataque del parásito ocasionó heridas leves a la víctima quien afirma que “estaba cómoda con el calzado que había llevado en el bolso y no me di cuenta de que la ampolla seguía sangrando”.

                La alpargata sanguinaria prefiere la noche para aprovecharse de sus víctimas. Busca rincones apartados donde esperarlas, muestra una imagen despreocupada, en ocasiones incluso parece querer ayudar. Nada más lejos de la realidad: aguardará su momento para nutrirse de la sangre y el dolor de su víctima.

También los hombres pueden caer en el embrujo de la alpargata.

                Si bien es cierto que las mujeres son las principales perjudicadas por este parásito, también los hombres pueden caer en el embrujo de la alpargata. Ella promete comodidad, el fin del dolor en los dedos del pie. Su imagen nos hace imaginar que la ampolla que se está generando en el talón dejará de doler. No obstante, el dolor perdurará y la alpargata, se saciará gracias a nuestra debilidad.

Los tacones de más de ocho centímetros son sus aliados.

                La alpargata sanguinaria, ese objeto que creíamos extinto, no lo está. La podemos encontrar en bodas, bautizos y toda clase de celebración familiar. Típica del verano, puede aparecer incluso en la estación más fría. Lo cierto es, que nadie está a salvo del mayor enemigo de los pies.

                Las autoridades advierten de que la única forma de eludir al parásito consiste en elegir el calzado adecuado para nuestra celebración. Los tacones de más de ocho centímetros son sus aliados, así como las sandalias de tiras estrechas y las cuñas de esparto. Incluso, las bailarinas que no se ajusten a nuestro número de pie pueden jugarnos una mala pasada, logrando que acudamos a la temida alpargata.

                La Aste Nagusia dará comienzo en solo diez días y se prevé que cientos de jóvenes acudirán a este falso aliado por puro desconocimiento.