Dos puntos a tener en cuenta antes de leer Crimen y castigo.

            Cuando empecé con el Blog me propuse crear un apartado de reseñas de libros, pero a medida que navegaba por otros blogs me di cuenta de que son algo que abunda en internet… Me quedé con la duda de si seguir con esa sección o no, pero, entonces decidí leerme un libro del que había oído hablar muchísimo. Pese a que es muy conocido y existirán cientos de reseñas sobre él, decidí hacer mi modesta aportación sobre este libro que me ha fascinado a lo largo de sus páginas. Con la idea de recomendarlo pero, no sin antes avisar de algunos aspectos.

          El libro, como está indicado en el título, es Crimen y castigo, de Fiodor Dostoievski. Como de costumbre no voy a dejaros aquí la sinopsis y por desgracia, tampoco una contextualización del autor o la época. Lo siento, pero no me sobra el tiempo. Además me gusta enfocar estas reseñas desde un punto de vista más personal, contaros porqué os recomiendo esta lectura y en este caso, qué cosas hay que tener en cuenta.

 

La mente es el único privilegio del hombre sobre todos los demás animales.

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Raskólnikov y Marmeládov, por Mijaíl Petróvich Klodt.

               Leídas unas pocas páginas, no pude evitar recordar el momento del año pasado cuando me dio por leer a Dante. En aquella ocasión, las numerosas menciones a los círculos del infierno hicieron que mi curiosidad me llevara a la biblioteca de mis padres y lo encontrara. ¿Qué pasó? Pues que me encontré con un libro muy interesante pero de lectura lenta. Con Crimen y castigo también me pasó, me considero una lectora rápida, me encanta meterme de lleno en la historia que estoy leyendo y que el mundo a mi alrededor desaparezca mientras paso una página tras otra. En este caso, al tratarse de un autor ruso y de una historia que se publicó en 1866, os podéis imaginar que no es una lectura a la que estemos acostumbrados. Creo que (me refiero a los jovenes, porque ya sé que antes os enseñaban de otra forma) nos hemos acostumbrado a que nos den todo mascado. Me encanta cuando una lectura es sencilla y puedes acabarla en una semana; pero en ocasiones, también disfruto de esa lectura en la que avanzas dos páginas cada media hora. Así que ese sería el primer punto a tener en cuenta. Nos encontramos ante una obra que no está escrita como nosotros nos explicamos a diario, como tantas otras grandes obras. Solo quería dejar claro eso para que nadie coja el libro con la idea equivocada y se frustre en la tercera página. Y sí, no quiero que os frustréis porque merece muchísimo la pena leerlo hasta el final. Me habría encantado ver mi cara en algunos momentos, cuando no puedes evitar que tu reacción se muestre en tu cara, los ojos desorbitados, la mandíbula descolgada. Si la gente en el metro levantara la vista de sus móviles, se divertiría bastante con mis reacciones… XD

Cuando la inteligencia falla, el diablo la sustituye.

            Por otro lado, os propongo algo que me habría gustado hacer de haberlo sabido. Anotar los nombres de los personajes según vayan apareciendo, sería el segundo punto a tener en cuenta. Pues resulta que cada uno de los personajes tiene un nombre compuesto por tres nombres, además de un cuarto que imagino que atiende a las costumbre de esa época y de la cultura. De cualquier modo, en ocasiones tardaba varios párrafos en estar totalmente segura de cuál era el personaje del que se hablaba en el momento. Una libretita o un papel entre las primeras hojas, puede resultar de mucha ayuda. ¡Yo habría agradecido ese consejo!

            Para ir terminando, si habéis llegado hasta aquí (espero que sí), os voy a contar la razón por la que creo que debéis leer esta historia alucinante. Para empezar, el modo en que está enfocado el crimen… Me quedé loca a medida que se iban intuyendo los propósitos del protagonista, Raskólnikov. Después, todos los detalles del crimen, los nervios que se pasan en la escena crucial, el miedo que llegas a sentir como si fueras tú mismo quien lo está cometiendo… La forma en que Dostoievski nos abre una ventana a la mente de Raskolnikov es una pasada. El momento en el que te das cuenta de que empatizas y te preocupas por un criminal es muy curioso, te engancha a seguir leyendo, a saber que va a pasar con él al final, y te descubres a ti misma intentando hacerle recapacitar, queriendo decirle un par de cosas… Vamos, que pese a la dificultad de diferenciar los personajes en algunos momentos y el lento avanzar, me metí de lleno en la historia; sintiendo que caminaba por aquel Petersburgo y que encajaba de algún modo en esa sociedad tan distinta a la nuestra actual. Los diálogos y los personajes me han sorprendido mucho y han hecho que menee la cabeza y pegue gritos del tipo ¡¿qué?!

            Crimen y castigo es, sin duda, uno de esos libros que recordaré con el paso del tiempo, esos que te hacen pensar cuando ya los has acabado. Que, por cierto, son los que más me gustan :), esos libros que te sorprenden y te hacen reflexionar. Los libros que intentaré plasmar en esta sección a medida que caigan en mis manos.

7 Comments

  1. Me encanta como escribes y me encanta esta reseña 😀 es una manera muy creativa de enfocar el libro y me pareces muy divertida!
    Lo que has dicho de los nombres me ha recordado a cuando empecé a leer Anna Karenina (libro del que me faltan las últimas 200-300 paginas, shame on me): estos rusos están locos, ¡tienen tres nombres cada uno y depende de la situación usan uno u otro!
    Ha sido un placer encontrar tu blog y espero leer más reseñas tuyas.
    Un beso :*

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  2. Vaya! Este post me hubiese ayudado mucho cuando empecé a leer el libro jaja. No lo llegué a terminar justamente porque me abrumó la cantidad de nombres como mencionas (y que, incluso, varían con sus diminutivos) y por la cantidad de palabras que tenía que buscar jaja Tienes razón cuando dices que las nuevas generaciones estamos acostumbrados a que nos den todo masticado.

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  3. A mí “Crimen y castigo” me gustó; pero siempre hago la misma objeción, aunque no sé si es una objeción con fundamento: demasiada intriga. Demasiadas situaciones concebidas para hacer que el lector se muerda las uñas y se pregunte qué va a pasar (por ejemplo, la citación para presentarse en comisaría, la mujer del puente que induce al lector el pensamiento de qué hará Raskólnikov)… En fin, tampoco soy experto en literatura; pero los asuntos ya son lo suficientemente interesantes: no es necesario utilizar esos truquillos; la propia incertidumbre ya engancha sin tener que añadir intrigas
    Saludos.

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  4. Gracias por el post! Este concejo me sirve muchísimo, teniendo en cuenta que recién empecé a leer el libro y, efectivamente tengo el mismo problema de los nombres.

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